43. Los espíritus son atraídos por la simpatía, la semejanza de gustos y caracteres
y por la intención que hace desear su presencia. Como un sabio de la Tierra no
concurriría a una reunión de jóvenes atolondrados, tampoco concurren los espíritus
superiores a las reuniones fútiles. El simple sentido común dice que no puede suceder de
otro modo, o si van a veces es para dar un buen consejo, para combatir los vicios o para
procurar atraer al buen camino; si no son oídos, se retiran. Sería tener una idea
completamente falsa el creer que los espíritus serio pueden complacerse en responder a
futilidades, a preguntas ociosas, que no prueban ni simpatía ni respeto hacia ellos, ni
deseo real de instruirse, y menos aún que puedan venir a ponerse de manifiesto para
recreo de los curiosos. No lo hubiesen hecho durante la vida, y tampoco quieren hacerlo
después de su muerte.