104.
El Espiritismo acerca de las verdades absolutamente nuevas, en virtud
de
que nada hay de nuevo en el mundo. Sólo son absolutas las verdades
eternas; estando
fundadas en leyes de la Naturaleza, las que enseñan el Espiritismo han
debido existir
siempre, por eso en todo tiempo se encuentran los gérmenes de las
mismas, gérmenes que
han sido desarrollados por un estudio más completo y por más detenidas
observaciones. Las verdades enseñadas por el Espiritismo tienen, pues,
más carácter de consecuencias
que de descubrimientos.
El Espiritismo no ha descubierto ni inventado a los espíritus: tampoco
ha
descubierto el mundo espiritual, en el que se ha creído desde la noche
de los tiempos; se
limita a probarlos con hechos materiales y lo presenta bajo su verdadero
aspecto,
despojándolo de preocupaciones y de ideas supersticiosas, que engendran
la duda y la
incredulidad.