33. Completamente desvanecido lo maravilloso, estos fenómenos nada tienen
que repugne a la razón, pues vienen a situarse junto a otros fenómenos naturales. En
tiempos de ignorancia, todos los efectos cuya causa no se conocía se consideraban
sobrenaturales. Los descubrimientos de la ciencia han restringido sucesivamente el círculo
de lo maravilloso, y el conocimiento de esta nueva ley viene a anonadarlo. Los que
causan, pues, al Espiritismo de resucitar lo maravilloso, prueban por esa misma acusación
que hablan de una cosa que no conocen.