4. Las reuniones que se ocupan en manifestaciones espiritistas no están siempre
en buenas disposiciones para obtener resultados satisfactorios, producir la convicción: hay
algunas, preciso es decirlo, de las que salen los incrédulos menos convencidos que no
entraron, objetando entonces a los que les hablan del carácter grave del Espiritismo, con
el relato de los acontecimientos, frecuentemente ridículos, de que han sido testigos. Éstos
no son más lógicos que aquel que juzgase de un arte por los diseños de un principiante,
de una persona por su caricatura o de una tragedia por su parodia. El Espiritismo tiene
también sus aprendices, y el que quiera instruirse que no beba las enseñanzas de una sola
fuente, ya que sólo por el examen y la comparación puede dictaminarse un juicio.