51.
Sería tener una idea muy falsa de los espíritus el ver en ellos
auxiliares de los
pronosticadores de la buena ventura; los espíritus serio se niegan a
ocuparse en cosas
fútiles; los espíritus ligeros y burlones se ocupan de todo, a todo
responden y predicen
todo lo que se quiere, sin inquietarse por la verdad, y dándose el
censurable placer de
mistificar a las personas demasiado crédulas. Por esto es esencial
fijarse perfectamente en la naturaleza de las preguntas que pueden
dirigirse a los espíritus. (El Libro de los
Médiums, núm. 286, “Preguntas que pueden dirigirse a los espíritus”.)