42.
Otro punto igualmente esencial que debe considerarse es que los
espíritus
son libres, se comunican cuando quieren, con quien les conviene y
también cuando pueden, porque tienen sus ocupaciones. No están a la
orden y al capricho de cualquiera,
y no es dable a nadie el hacerlos venir a pesar suyo, ni decir lo que
quieren callar, de
modo que nadie puede afirmar que un Espíritu acudirá en un momento
determinado a
su llamamiento, o responderá a tal o cual pregunta. Decir lo contrario,
es demostrar
absoluta ignorancia de los principios más elementales del Espiritismo;
sólo el
charlatanismo tiene adivinaciones infalibles.