68. Cuando las condiciones fluídicas no son propicias a la comunicación directa
con el médium, puede establecerse por mediación del guía espiritual de éste último. En
este caso el pensamiento llega de segunda mano, es decir, después de haber atravesado
dos medios. Se comprende cuánto importa entonces que el médium esté bien asistido,
porque si lo está por un Espíritu obsesor, ignorante u orgulloso, la comunicación estará
necesariamente alterada.
En esto las cualidades personales del médium desempeñan un papel importante
por la naturaleza de los espíritus que atrae. Los médiums más indignos pueden tener
poderosas facultades, pero lo más seguros son los que, a esta potencia, unen las mejores
simpatías en el mundo espiritual; simpatías que no están de ningún modo garantizadas
por los nombres más o menos respetables de los espíritus, o que toman los que firman las
comunicaciones, sino por la naturaleza constantemente buena de los que las reciben.