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EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO > CAPÍTULO XXVIII - Colección de oraciones espiritistas > II. - ORACIONES PARA SÍ MISMO > En las aflicciones de la vida > 27
27. Oración. Dios Todopoderoso que veis mis mi-serías, dignáos escuchar favorablemente los votos que os dirijo en este momento. Si mi súplica es inconsiderada, perdonádmela; si es justa y útil a vuestros ojos, que los buenos espíritus que ejecutan vuestra voluntad, vengan en mi ayuda para su cumplimiento.
Cualquiera cosa que suceda, Dios mío, que se haga vuestra voluntad. Si mis deseos no son escuchados, es porque entra en vuestros designios el probarme, y a ello me someto sin murmurar. Haced que no conciba por ello desconfianza, y que mi fe y mi resignación no flaqueen. (Formúlese la demanda.)
Cualquiera cosa que suceda, Dios mío, que se haga vuestra voluntad. Si mis deseos no son escuchados, es porque entra en vuestros designios el probarme, y a ello me someto sin murmurar. Haced que no conciba por ello desconfianza, y que mi fe y mi resignación no flaqueen. (Formúlese la demanda.)